lunes, 27 de junio de 2011

Crónica de Belorado

Tenía la Crónica de Belorado a punto para "sacarla", pero al final he decidio utilizar la realizada por Jonay, del Club La Brújula de Asturias, que sustituyó a Manu, y que fue un compañero de fatigas insuperable: gracias a él terminé el tercer trekking y sufrió la bici que tenía que haber hecho yo y que no pude.

Os remito el enlace en el blog de la familia Martínez:

http://asturextrem.blogspot.com/2011/06/raid-feo-mucho-sufrimiento-y-buen.html

P.D.: El motivo de no enrollarme con la Crónica como otras veces es que por causas ajenas y "extradeportivas" al Raid, he acabado un poco harto de él y sinceramente prefiero correr un tupido velo y pensar en el siguiente...

lunes, 6 de junio de 2011

Un lujo...

Este domingo 5 de junio he participado en una carrera de orientación organizada por el Club Nemus de Montaña, en la ladera sureste del monte Abantos. Para los amantes de las bicis (en especial del DH) y senderistas, la zona aproximada era el comienzo de las famosas "Z" de El Escorial. En total 8 kilómetros con casi 800 metros de desnivel positivo, con cambio de plano incluido.

La carrera se dividía en dos secciones: la primera, en formato “score”, constaba de 5 puntos a realizar en el orden que se quisiera. Cada baliza te bonificaba en tiempo, pero sólo tenías 40 minutos para hacer el recorrido. Si llegabas más tarde, por cada minuto te metían dos de penalización. Una vez entregado el plano, te daban otro para realizar un recorrido lineal con 16 balizas, y a partir de aquí empezaba a contar el tiempo real de carrera.

Pues allá que fui en el coche con Rafa, Carmelo y Sanna, todos unos rumberos (del Club Rumbo). La competición se organizaba por parejas, así que nos repartimos entre los “veteranos” Carmelo y Rafa por un lado y la “juventud” de Sanna y mías por otro (vale, la juventud de ella, y yo en el papel del madurito interesante).

Nuestras posibilidades eran buenas: mientras Sanna orientase, sabía que no iba a correr ni un metro de más. Todo un lujo correr con ella, o detrás de ella, mejor dicho. Mi única duda era ver si los antihistamínicos y el asma me respetarían o no, eso contando la mierda del ojo que tengo. Pero a priori, las opciones eran buenas.

Había bastante más gente de la esperada, con muchas caras conocidas de la orientación e incluso de algún Raid. A las 11:30 aproximadamente daban la salida del score, y allá que fuimos, y en seguida nos dimos cuenta de la dificultad del terreno: mucha jara, suelo resbaladizo por la lluvia del día anterior y sobre todo mucha, mucha zarza y mucho desnivel (20% de media). Tardamos 41 minutos en realizar el score, pero éramos el primer equipo que llegábamos con todas las balizas picadas… pero el asma me estaba apretando, a pesar de doparme antes de la carrera. Así que aguantando el tirón, Sanna nos llevaba con total precisión a cada baliza. Atravesamos zarzas, jaras, arroyos; trepamos muros, nos descolgamos de cortados…

La baliza 7 no estaba, perdiendo un valioso tiempo en buscarla, pero que pasaría igual factura al resto de equipos. En la baliza 10 ya nos avisaban que la habían tenido que poner en el camino paralelo al sur, a 30 metros del punto marcado, pero en realidad estaba en otro camino que no venía en el plano un poco más al sur y hacia el este. Perdimos casi 15 minutos en buscarla, y la encontramos gracias a Rafa y Carmelo que nos alcanzaban justo en ese momento. A partir de entonces, ya fuimos los cuatro juntos, sabiendo que prácticamente íbamos en cabeza.

Sigue retrasándome el asma, sobre todo cuesta arriba, y la última subida se me hace infinita, pero Sanna me anima diciéndome que faltaba poco… Por fin, llegamos a la pista que llevaba a meta, y pude recuperar el aliento. En el sprint final pudimos hasta parecer que llegábamos frescos. Llegábamos primeros, habiendo tardado entre ambas secciones poco más de dos horas. Rafa y Carmelo quedaban segundos.

Así que esperamos hasta la entrega de premios a las 15:00, donde nos entregan los trofeos de mejor equipo mixto y mejor equipo, con 160 euros en premios en material de montaña.

Conclusión: que alguien te lleve orientando de esa forma es toda una experiencia. No podía haber tenido mejor compañera de carrera: la victoria es toda suya. Y para ser una de las primeras carreras de orientación organizadas por el Club Nemus, me pareció excelente la organización, avituallamientos y trofeos. Enhorabuena a todos ellos, y también gracias por la camiseta: ya no necesito ropa reflectante para ir en bici!!!

jueves, 2 de junio de 2011

Equipo para Belorado

El próximo fin de semana del 18/19 de Junio se celebrará en la localidad burgalesa de Belorado otro Raid de la Liga Nacional.

Esta vez tengo el placer de correr junto a uno de mís ídolos de este deporte (Luis de Los Martínez) y con Manu, un chico asturiano también perteneciente a la familia Astur-Extrem.

Nunca he corrido una nacional con ellos, así que la presión es grande, porque es un equipo que siempre está ahí arriba. Espero que todo lo que llevo entrenado sirva para estar a la altura....

Pero antes, el domingo 12 participo en mi primer Cross, el del Telégrafo, que parte desde Cercedilla hasta el Alto del Telégrafo, en Siete Picos, y media vuelta por donde hemos venido. Mucho desnivel, pero es un buen entrenamiento...

La racha continúa

A pesar de algún descalabro típico mío en las carreras de orientación tipo sprint o en los ENOs que se están celebrando por estas fechas, el sábado pasado volví a uno de los terrenos más complicados (para mí) de Madrid: El Pardo, y en concreto el plano del Palacio de la Quinta, que siempre me ha parecido más difícil que Mingorrubio.

Y volví a quedar primero. La verdad es que estar sobre aviso de la zona de las cárcavas te hace ser más cauto. No hice ningún tiempo espectacular entre balizas, pero intenté minimizar errores.

Os dejo el plano para que le echéis un vistazo.

Los resultados en Winsplits aquí.

martes, 17 de mayo de 2011

Por fin...

Normalmente no escribo sobre las carreras de orientación en las que participo, porque aunque hago buenos resultados (más o menos), siempre la cago en alguna baliza. Pero por primera vez he ganado una carrera en mi categoría (H-21). ¿Significa ésto que los demás lo han hecho peor, o que he mejorado? Posiblemente lo primero... Aún así, estoy muy contento porque fue muy técnica (organizada por los Fedoboys y el Club Imperdible), con mucha piedra y las balizas escondidas a mala fe. Si pusieran las balizas así escondidas en los Raids, nadie cogería todas...

Para ver los resultados, pinchad aquí. Por parciales aquí.

Os dejo el plano para que le echéis un vistazo.

jueves, 12 de mayo de 2011

Al final no fuimos al Orienta...

... pero ya han publicado el vídeo de la prueba de Lozoyuela de la Liga LXS. Lo podéis ver aquí:

http://www.ligacentrolxs.com/

Así que de momento, sin Raids hasta Junio....

miércoles, 4 de mayo de 2011

Crónica del Desafío LXS - Lozoyuela

El pasado 30 de abril tuvo lugar en Lozoyuela la segunda prueba puntuable para la Liga Centro LXS y Campeonato de Madrid de Raids de Aventura. De nuevo, correría con los Magerit en el equipo “KW y Rolete” (Rafa en el papel de KW, yo mismo en el de Rolete, más un invitado de lujo) en la categoría Raiders 2+1. Además, otros equipos Magerit participarían en la misma categoría (los Cabezapensantes y los Hasticao).
El recorrido en forma de bucles tendría como base Lozoyuela, con una primera sección urbana obligatoria, y tres más que se podrían realizar en el orden que se quisiera: con dos BTT (una con orientación específica y otra con kayak) y un trekking (también con orientación específica).
Sin embargo, la crónica del equipo KW empieza el jueves anterior en la Casa de Campo. Quedada para montar en bici con Berni, Luis y Aurelio (por cierto, con muchos recuerdos para Mª Ángeles). Luis, que está en todos los saraos raideros del planeta, me dice si se puede venir con nosotros el fin de semana, pero que tiene el hándicap que sólo puede hacer la bici y el kayak… En ese momento pensé que ver a Luis competir como KW podría destrozarle la vida: truncar su carrera deportiva de esa forma no era un final decente para alguien como él. Pero opté por callar, y le dije que lo consultaría con Rafa, reconocido palista y biker profesional (ver crónicas anteriores), que no tuvo reparos en aceptar la oferta descorchando una botella de champán y yéndose el día anterior del Raid de fiesta llegando a casa a eso de las 9 de la mañana, 30 minutos antes de la hora a la que habíamos quedado.
Sábado por la mañana en el que se avecinaba como un día lluvioso… Llegamos a Lozoyuela, y Luis abre la posibilidad de hacer el score urbano con Rafa, para que no tuviera que comerme el Raid entero, pero al final desiste por no saber cómo responderá su rodilla y por las molestias en el costado izquierdo debido a una caída en bici (posiblemente con una costilla fisurada).
Así que Rafa y yo nos preparamos para recoger el mapa al sprint, con salida a las 12:05, en donde vemos que el recorrido es en parte urbano y en parte por los alrededores de Lozoyuela. Planeamos el recorrido y salimos corriendo hacia la primera baliza urbana, pero vemos que hay una cola de al menos 20 equipos, así que decidimos seguir directamente a las del exterior del pueblo. Vamos picando las primeras, pero el recorrido requiere ir a rumbo en la mayoría, por lo que había que estar fino con la orientación. Más o menos las vamos sacando, con algún traspié por mi parte con la orientación, debido a la carencia de referencias de ataque claras, pero picamos todas y volvemos al pueblo a terminar el recorrido urbano.
Luis nos está esperando, y cogemos los planos para la salida hacia la bici que incluiría la orientación específica por Cincovillas: supuestamente 32 kilómetros en total. La realidad, 44. Planificamos bien la ruta, y salimos hacia Garganta de los Montes, subiendo un collado con mala leche y mucha piedra, pero Luis, un titán en la bici, saca a relucir el “remolcatroncas” y me engancha para subir los tramos más complicados. Picamos las dos primeras balizas, y después le comentó la posibilidad de ir por la vía del tren, pero encuentra un camino paralelo que nos lleva de igual forma a la baliza siguiente; sin embargo, para cruzar la carretera "prohibida", optamos por ir por el camino que discurre sobre las vías del tren, cruzando el viaducto y llegando al otro lado sin pendiente ni desnivel y sin morir aplastados por ningún tren.
Luis clava la orientación, mientras que va tirando de mí en las partes más rodadoras, para ir ganando tiempo y que pudiera cansarme menos, pero mi cuentakilómetros echa humo por la velocidad a la que vamos: más de 20 km por hora, de media, por pista y orientando. Llegamos a Buitrago, donde empezaba la orientación específica, con una primera subida esta vez con barro y mal agarre. Me dedico a empujar un tramo, mientras Luis decide qué balizas se dejaba del recorrido (había que hacer un número de puntos determinado, no coger todas las balizas). La elección es la acertada, ya que recogemos la mayoría sin sufrir mucho desnivel. Así que salimos hacia Lozoyuela pasando por la Nava de Buitrago por primera vez en el día.
Rafa no se espera que lleguemos tan pronto, pero estaba listo para salir en el trekking. Voy comiendo algo, pero pensando que había un atajo por la zona de los bomberos, tenemos que dar la vuelta perdiendo unos valiosos minutos. Mis piernas van poco a poco adaptándose al cambio de bici a trekking, y puedo empezar a trotar ligeramente. Llegamos a la orientación específica, y Cincovillas siempre me ha parecido complicado. De nuevo no hay que recoger todas, y elijo las más cercanas, pero buscando la 101 encuentro la 102… Mal asunto, pero me permite reorientarme y encontrar el resto ya sin tantos problemas. Empiezo a notar molestias en la rodilla. Llevé el sillín algo bajo en la bici en previsión de tramos técnicos y me ha pasado factura. Además, Rafa no está acostumbrado a ir por terrenos tan escarpados, por lo que parecemos los dos el Cojo Manteca huyendo de la policia. Volviendo a Lozoyuela, vemos a un grupo de competidores en bici que no sabíamos de dónde habían salido (ni ellos dónde estaban), pero aún cojos les adelantamos y llegamos para que Luis y Rafa pudieran hacer las primeras pruebas especiales (escalada y rapel, y esquí tándem) mientras me recuperaba y planeaba el trazado de la ya última BTT.
De nuevo Luis impone un ritmo infernal, atravesando los caminos más técnicos sin problemas (él, yo no). Incluso pasamos por una zona en donde el agua me llegaba casi a la altura del sillín. Mucho barro y mucha agua, pero vamos por buen camino hacia el kayak, donde antes teníamos que tirar con arco para ver cuántos puntos hacíamos, y si sacabas un mínimo de 12 sobre 15 puntos te ahorrabas una baliza del kayak. Así que allá voy: la primera, 4 puntos, así que no va mal la cosa, pero con la segunda y la tercera suelto la flecha antes de tiempo y golpean ambas en el 3, así que 10 puntitos… Nada, toca remar más, pero esta vez no estaba Rafa: ¿le echaría de menos? Evidentemente, NO.
Así que cruzamos el embalse del Atazar cogiendo las dos balizas del kayak, y llegamos a las 19:00 a recoger de nuevo la bici y volver a Lozoyuela, cogiendo las dos últimas balizas por el recorrido. Hay que darlo todo, tenemos que llegar con tiempo para hacer la última prueba especial, y hay que asegurarse que aunque haya cola, podamos hacerlo. Aprieto con todo, y con la ayuda de Luis, vamos adelantando equipos a unas velocidades otra vez inhumanas por el tipo de terreno, el desnivel, y el cansancio que llevaba encima.
Sin embargo, llegamos en poco más de 30 minutos a Lozoyuela, lo que nos da tiempo para realizar la última prueba (subida en escala complicada, porque justo en ese momento empezó a llover lo que no había hecho en todo el día, más tirolina), entregando la tarjeta habiendo empleado 7 horas y 43 minutos en completar todo el recorrido. Total: sobre 90 kilómetros, repartidos entre BTT (unos 65), kayak (unos 4) y trekking (algo más de 20 kilómetros).

Ya por fin, cambiados y secos, comemos la paella y tarta de queso cortesía del Ayuntamiento comentando con el resto de equipos las estrategias y problemas del Raid, mucho más duro que el de Toledo. En la entrega de premios nos certifican como los ganadores de la Categoría, con 62 puntos, 11 más que los segundos y a 14 de los terceros. Los Hasticao finalizaron 5º, a dos puntitos del podio (47), mientras que los Cabezapensantes acabaron 12º, con 39 puntos. Nos entregan una Copa bien grande que haría las delicias de María, siempre contenta de guardar trofeos en casa. Eso sí, esta vez no nos dieron un lomo ni pusieron camareras vestidas de corto: Bermejo, si pones el listón alto, hay que mantenerlo. Eso sí, había barra libre de vino (con gaseosa o no), donde Rafa dejó claro que un KW es un KW.
Por último decir que correr con Luis es todo un lujo y un honor, ya que te permite afrontar las siempre duras y complicadas etapas en BTT con unas garantías excepcionales, y como no, con Rafa, que como bien me recuerda siempre “hay que ir a ganar” independientemente de las circunstancias.
Próxima carrera: Orientaventura del Valle del Lozoya este fin de semana.